Al nacer, mi madre me regalaba un hilo de su timidez y un frasquito con gotas de humildad, y mi padre me obsequiaba con una mochila llena de sueños y una pasión: volar sobre un pincel. Así es pues como yo soy en esencia, mutable: en las mañanas capaz de volar..., y por las noches me vuelvo tan minúscula que casi desaparezco...
Os invito ahora a mirar a través de mis dibujos y os pido que observéis, curioseéis y opinéis mientras buceáis por mi blog. Sed todos bienvenidos.
lunes, 9 de julio de 2012
PARA MARTA
Esta acuarela se fue a vivir con Marta, una pequeña duendecilla rubia que me tiene encandilada. Es una de mis preferidas y sé... que a ella le encantó.
Estas acuarelas quedan preciosas y me gusta especialmente la 2ª un poco girada.
ResponderEliminarEse cubo y el mar me recuerda cuanddo erais pequeños.Es preciosa esa acuarela aun siendo tan pequeña para mi tiene mucha fuerza
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